Las naranjas confitadas las podemos utilizar para elaborar muchísimos platos. Panes y bizcochos, ensaladas, roscón de Reyes, turrón, etc…. Lo mejor es preparar bastante cantidad pues las podemos conservar en el almíbar o secarlas y congelarlas. Es una receta muy sencilla que no tiene ninguna complicación, unicamente llevan tiempo si las queremos secar.
Lo importante para que nos queden estupendas es que las naranjas sean de buena calidad, que utilicemos el doble de azúcar que de agua, y que se hagan a fuego lento. Para secarlas se escurren encima de una rejilla unas horas y ya las tenemos listas. Si no podemos esperar tanto tiempo para que estén secas, las ponemos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y metemos en el horno precalentado a 130º, durante 35-40 minutos.
- Ingredientes:
3 naranjas medianas
1 cucharada sopera de sal
400 gr. de azúcar
200 gr. de agua
- Preparación:
Limpiamos bien la cáscara de las naranjas, debajo del grifo con un cepillo que tendremos sólo para estos menesteres.
Cortamos con la ayuda de un cuchillo bien afilado las naranjas, con su piel, en gajos o en rodajas, depende de lo que nos guste o de como las vayamos a utilizar.
Las ponemos en un cazo con agua y un puñado de sal y las damos un hervor de unos minutos. Tiramos el agua, colocamos las naranjas en un colador debajo del chorro de agua fría, sin abrir del todo para no estropear las naranjas, y las lavamos bien. De esta forma quitamos cualquier posible amargor que pueda dar la cáscara.
Ponemos en un cazo el agua y el azúcar, echamos las naranjas y las mantenemos a fuego lento hasta que estén hechas. Tardarán entre una hora y una hora y cuarto. No removeremos las naranjas con ningún utensilio, removeremos el cazo por su asa, sin tocar las naranjas para que no se estropee la forma. Las dejaremos reposar en el almíbar hasta el día siguiente.
Si las vamos a conservar en su almíbar las meteremos en un recipiente de cristal en el que quepan sin estropear su forma. Si las vamos a secar, las sacaremos a una rejilla para que se sequen. Pasadas unas horas, cuando veamos que ya están secas, las guardaremos envueltas en papel de horno en un sitio frío y seco o en plástico transparente y al congelador.
Si no podemos esperar tanto tiempo para que estén secas, las ponemos en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y metemos en el horno precalentado a 130º, durante 35-40 minutos.
Fuente: Webos fritos
